Croquetas de rape y gamba

Dorada, crujiente y cremosa,  estas serian las virtudes de una buena croqueta, luego empezaríamos por el tamaño, pequeñas, medianas, y la famosa croquetona (que a mí,  esta última,  es la que menos me gusta). En esto no me parezco a mi chico,  que para decir que le gustan todas. . . (las croquetas),  alardea  de que le gustan hasta las de los bares.

 Si la tuviéramos que definir técnicamente diríamos que se caracteriza por ser una porción redonda u ovalada de masa hecha con un picadillo de diversos ingredientes ligado con bechamel o un puré, la cual se reboza en huevo y pan rallado  y posteriormente se fríe. Pero si nos ceñimos a lo emocional. . . son unos pedacitos de gloria, agradecidas, cremosas, familiares, tiernas, que hay que tener siempre en el congelador como un vestido negro de fondo de armario,  que se comen como las uvas. . . seguidas  y si te descuidas no llegan todas  a la mesa.

la música de hoy,  es la que llevo varios días escuchando de un  grupo    que acabo de descubrir con unos acústicos que dan calma a mis fogones y a mi. . .   Tears In Heaven – (Boyce Avenue acoustic cover) La salsa bechamel  parece haber sido una mejora de una salsa  velouté (una de las cinco salsas madres de la cocina francesa) que lleva hoy en día el nombre del marqués  Louis de Béchameil  (gastrónomo aficionado)  fue, en realidad, el resultado del perfeccionamiento de una salsa  más antigua a base de crema   por Francois Pierre de la Varenne    (1615-1678) , cocinero del marques de Uxelles   ,a la que se la dedicó, como lo hacían a menudo los cocineros para la nobleza del tiempo, lo que desencadenó una observación sarcástica al viejo  duque  de Escars.

 «¡Es afortunado, este pequeño Béchameil!. ¡Había hecho servir las más deliciosas aves    a la crema     durante más de veinte años antes de que él viniera al mundo y, sin embargo, nunca he tenido la felicidad de poder dar mi nombre ni a la más modesta de las salsas!.»

Con esta reflexión os dejo por hoy, eso sí, animándoos a preparar y cocinar con y para  los vuestros  estas croquetas de rape y gamba que se deshacen en la boca. Así podréis   comprobar,  como una receta modesta  inicialmente planteada  para “aprovechar sobras”, se convierta  esencial en un aperitivo, merienda o cena, un plato   ideal para pequeños, mayores, y los más distinguidos cocineros.

Ingredientes

• 200 gr de  sobras de rape
• 100 gr de gambas
• 2 cucharadas soperas  de harina
• 75 gr  de mantequilla
• leche caliente La que admita 500ml aprox
• 2 cucharadas de las de café de  cebolla en puré
• una pizca de sal
• pimienta recién molida y nuez moscada al gusto
• aceite de oliva de 0,4º
• 1 huevo batido
• harina
• pan rallado

Elaboración

1. En una sartén  honda  derretimos la mantequilla y rehogamos la cebolla ( yo siempre en puré) durante unos 10 minutos sin que llegue a dorarse.
2. Añadimos las dos cucharadas soperas de  harina y damos unas vueltas.
3. Incorporamos la leche y mezclamos bien con la harina hasta que quede una salsa espesa (bechamel) , añadimos  los trozos de rape desmigado moviendo a fuego lento  continuamente durante 5 minutos.
4. Salpimentamos ( al gusto)  y ponemos la nuez moscada.
5. En una sarten  freímos las gambas  con  dos cucharadas soperas de aceite.
6. Cortamos  las gambas muy finas  e incorporamos a la masa y removemos  unos  2 minutos.
7. Pasamos a una bandeja la masa y extendemos. Cubrimos con un papel transparente para que no se forme costra.
8. Cuando se haya enfriado la metemos en  la nevera.

Como hacer las croquetas    os dejo este enlace  para que   veáis     el    paso a paso de   la elaboración.