solomillo ibérico strogonof
No sabría decirte por qué hay platos que se han hecho internacionales, con historias románticas a su alrededor que los convierten en míticos, especulaciones fantásticas sobre sus orígenes, donde la fama llegaba lentamente a cada rincón del mundo hasta su total conocimiento, no diríamos popular porque no llegaba a todos los extractos sociales,eran aquellas las épocas en que los «influencer» eran nobles y burgueses adinerados sujetos a modas y tendencias , éste es sin duda uno de esos platos. La primera vez que lo hice, fue en una demostración como maitre en sala del restaurante de la escuela de hostelería donde yo hacía restauración, cocinar en sala, es una de las prácticas que me gustan más, como se hacía antiguamente, dicha tarea era realizada por el maitre y también una forma de valorar el trabajo de los camareros y una manera de cocinar que encandilaba a los clientes. En la actualidad, no son muchos los restaurantes que llevan a cabo esa manera de preparar o terminar los platos a la vista del comensal, pescados, carnes, postres movidos con delicadeza en salsas cremosas y flambeados llamativos, no soy de las que piensan que cualquier tiempo pasado fué mejor pero realmente el pasado se ha ido quedando con ciertas cosas memorables. Soy también una mujer de bares con tapas, pero eso lo dejo para contártelo otro día, os dejo mientras a fito y Calamaro en me equivocaría otra vez, no te olvides de nosotras en nada volvemos!!!
ingredientes para 4 personas:
- 2 solomillos ibéricos
- 1 cucharada de café de mostaza de Dijon
- 4 chalotas
- Vino blanco y coñac c.s
- Champiñones
- 2 pepinillos no muy pequeños, cortado muy menudo
- 2 cucharadas soperas de aceite de oliva y dos de mantequilla
- 1/2 litro de nata
- Sal y pimienta
Elaboración:
En una cacerola ponemos la mantequilla y el aceite de oliva a calentar, añadimos las chalotas cortadas en brunoise sofreímos, añadimos los champiñones, salteamos bajamos el fuego y salpimentamos,añadimos el chorro de coñac y de vino blanco (al gusto), incorporamos la nata y la mostaza, yo lo trituro todo como veis en las imágenes pero podéis dejarlo así sin ningún problema, acabado de cocinar añado el pepinillo retiro del fuego y reservo, mientras se termina de hacer la salsa cortamos el solomillo en medallones al grosor que queramos calentamos una plancha al momento de servir con unas gotas de aceite, marcamos los medallones procurando dejar poco hecho por dentro y napamos con la salsa reservada.
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